jueves, 26 de noviembre de 2020

Picos, las especializadas herramientas de nuestras aves

Muchas cosas nos fascinan de las aves, como su capacidad de volar gracias a sus maravillosas alas, su canto hipnótico o la librea de su plumaje que nos ayuda a identificarlas, pero poseen una característica muy relevante que solemos obviar, su herramienta más especializada, el pico.

Y es que este nos da una información valiosísima sobre el comportamiento del pájaro, así como sobre su alimentación. Siendo el carácter físico que más evidencia una evolución efectiva a sus necesidades, con una variedad de formas, durezas, bordes y flexibilidades que convierten esta parte del ave en la más interesante para conocer la vida secreta del pájaro.



Hoy os traigo el desglose de una famosa lámina sobre los diferentes tipos de picos con respecto a su alimentación, explicando el porque de sus formas, así como ejemplificando con las especies que lo poseen.

Al final veremos como la forma de su pico afecta más al comportamiento del ave que cualquier otro parámetro. 



- Para capturar insectos:


Este primer pico es posiblemente uno de los más comunes en las aves de nuestro entorno, tratándose de una herramienta fina y precisa, que suele ir acompañada de vibrisas, pelos a los lados de la base del pico que le ayudan a detectar insectos cercanos, sobre todo en vuelo, gracias a la extrema sensibilidad que poseen. Algunas de las aves que poseen este pico no son exclusivamente insectívoras, pudiendo en determinadas épocas alimentarse también de semillas.

Podemos encontrar excepciones como insectívoros de gran tamaño que se dedican a especies mayores, por ejemplo abejas, es el caso del Abejaruco europeo (Merops apiaster) cuyo pico tiene un tamaño prominente más adaptado a sus presas.


Algunos de nuestros pájaros dotados de este quirúrgico utensilio son: carriceros, zarceros, mosquiteros,, currucas, collalbas, reyezuelos, vencejos, golondrinas, aviones, petirrojos, ruiseñores, herrerillos...



- Para romper semillas:


Este pico, al contrario del especializado en insectos, suele ser corto y ancho, muy fuerte pues debe servir para quebrar las duras cascaras de las distintas semillas. Además en el caso de aves especializadas en semillas pequeñas, el pico puede ser algo más fino y estar adaptado con la parte de abajo más alargada, permitiéndole manejar la semilla con facilidad.

Al igual que con los insectívoros, algunas especies no son granívoras estrictas, y pueden presentar un pico no tan robusto, como es el caso de los gorriones.


Algunas de las poderosas aves con este potente pico son: Verderones, picogordos, jilgueros, camachuelos, pardillos, verdecillos, escribanos...



- Para extraer semillas de coníferas:


Posiblemente uno de los picos más especializados, tanto la parte superior como inferior son fuertes, pero también alargadas y terminadas en punta para poder acceder al interior de las piñas y extraer las semillas, o incluso romper las laminas de estas y acceder al fruto. Además el pico no coincide en el cierre, terminando en un estilo tijera que le permite agarrar y manejar con mayor precisión las semillas. Es sin duda una autentica maravilla de la evolución.


Este pico es exclusivo de las diferentes especies de piquituertos.



- Para desgarrar presas:


Otro de los picos más reconocible es el de nuestras rapaces de caza. Hablamos de un arma curva y afilada, con forma de gancho en su extremo. Está especializada en dar muerte a sus presas y desgarrar piel y carne. 

Dependiendo del tamaño del ave y las piezas que caza el pico puede ser más corto (halcones y búhos) o largo y grueso (águilas)


Como comento arriba, las aves que poseen esta formidable arma son las diferentes tipos de halcones y las águilas. También existe una familia de pequeñas aves que tienen un pico similar pero a escala, hablamos de los Alcaudones (Sp lanius), que son excelentes cazadores de insectos grandes, lagartos e incluso roedores, a los que ensarta en pinchos de diferentes arbustos a modo de despensa.



- Para desgarrar cadáveres:


Similar al pico para desgarrar presas, pero en este caso su alimento puede no estar recién muerto, y por lo tanto el estado de la carne podría no ser el idóneo. Su estomago está más que preparado para todo esto, beneficios de la evolución, pero su plumaje podría dañarse y causarle problemas, además las fosas nasales deben ser efectivas, tanto para oler los cadáveres como para respirar mientras se sumerge en los cuerpos de los que se alimenta. Por todo esto, las aves que se alimentan de carne muerta están desprovistas de plumas en el pico (algunas incluso en cabeza y cuello), además de poseer narinas grandes y despejadas. Sigue siendo el cortante pico de una rapaz, pero dotado de mayor flexibilidad y desprovisto de todo aquello que dificulte o perjudique al ave en su labor carroñera.


Las aves que poseen esta herramienta son las diferentes especies de buitres.



Para perforar madera:


Un auténtico martillo, este pico es tremendamente resistente a los golpes, y es que ese es precisamente su cometido, picar la madera de los troncos para hacer agujeros, con ellos pretende en muchos casos encontrar larvas bajo la corteza, en otros esconder comida para el invierno o incluso construirse un acogedor nido para los meses fríos.

Es tal la fuerza que debe soportar que la lengua de estas aves rodea el cráneo sirviendo de amortiguador.


Los conocidos pájaros carpinteros poseen este portentoso pico, en nuestra zona tenemos varias especies.


Para filtrar organismos en el agua:


Pico espectacular donde los haya, curvado hacia abajo y con la mandíbula inferior algo más gruesa. Dicho utensilio consta de dos filas interiores compuestas por láminas que filtran el agua para alimentarse de diferentes microorganismos. Cada especie posee un mayor o menor número de láminas de diferente tamaño, lo que le sirve para discriminar el tamaño del alimento. Además sus narinas son capaces de acumular y excretar el exceso de sal de las marismas donde se alimentan.


Por supuesto el ave que posee este magnífico pico no es otra que los flamencos y todas sus variantes.



- Para buscar invertebrados en el lodo:


Pasamos a otro pico especializado en aguas someras por las llamadas aves limícolas, en este caso para buscar entre el lodo y el barro de las orillas, ya sea el que esta sumergido o el de la propia ribera. Se trata de un pico fino y sensible, fácil de introducir en el fango. Algunos pueden ser curvos como la imagen de arriba, utilizado a modo de "azada", dando pasadas incluso sobre el agua para capturar insectos, mientras que otras especies lo tienen fino y recto.


El ave de la foto, que posee ese pico curvo, es una avoceta, pero el resto de limícolas, pese a tenerlo recto, lo utilizan de la misma manera, hablamos de: chorlitos, chorlitejos, andarrios, cigüeñuelas, correlimos, archibebes...



- Para arponear peces:


Un arpón, sería lo que mejor definiría este pico, pues es una autentica lanza que busca ensartar peces. Hablamos de aves asociadas a entornos acuáticos en mayor o menor medida, y que encuentran en el pescado su mayor fuente de alimento. Verlas cazar es una pasada, encontramos desde emboscadas aéreas desde una rama, hasta acechamientos silenciosos desde las orillas, o incluso trucos jugando con las sombras de sus alas para atraer presas. Sin duda una vez más vemos como la forma del pico nos da muchas pistas, pues algunos fomentan incluso la creatividad de las aves que los poseen.

Aunque normalmente asociamos este comportamiento a ambientes de agua dulce, en el mar encontramos distintas especies con una forma de caza similar, la más conocida podrían ser los Charranes (Sp Sterna), cuyas lanzadas al agua son un autentico espectaculo.


Los pájaros de agua dulce con esta formidable arma son: martines pescadores (foto), garzas, cigüeñas...



- Para pesca submarina:



Estamos ante otra herramienta de pesca, pero en este caso hablamos de un "gancho" para persecuciones submarinas, pues las aves que la poseen son especialistas en zambullirse y utilizar sus alas a modo de aletas, mientras su plumaje se mantiene seco gracias a la impermeabilidad que le otorga una aceite que ellos mismos generan, como digo autenticas maravillas de la evolución. El extremo del pico con forma de pequeño anzuelo les facilita el agarre de los peces, además poseen pequeños dentículos (dientes diminutos) a lo largo de toda la mandíbula para ayudar aún más en la tarea.


Entre las aves que lo poseen encontramos en agua dulce: zampullines y somormujos; mientras que en el mar encontramos: cormoranes, alcas, araos, serretas...



- Generalista:


Al hablar de generalistas nos referimos a aves que comen de todo, aunque ya hemos visto en picos anteriores que muchos de ellos, pese a estar diseñados para una tarea, cumplen cierto "generalismo" pues pueden utilizarse para otras cosas según la especie o la época del año. Aquí podríamos meter los picos todoterreno, que no están especializados en tareas finas y minuciosas, pero que se defienden bien en varias tareas gracias a la capacidad de manejo de sus dueños. Todo esto una vez más influye directamente en las características del pájaro, pues normalmente hablamos de aves inteligentes y adaptables.


Muchas de las aves con este tipo de pico son córvidos como los cuervos, urracas, cornejas, grajillas...




- Exóticos -


Todas las aves anteriormente mencionadas se encuentran en lo que llamamos el Paleártico Occidental, es decir Europa y el norte de África, nuestra zona. Pero muchas de las especializaciones no las tenemos aquí, al menos en condiciones normales, y me parecía adecuado mostrároslas, pues se trata de especies muy conocidas. Así que la diversión de picos continua...


- Para fruta:


Un pico enorme especializado en manejar y manipular frutas de gran tamaño, ideal para las selvas tropicales donde ese alimento abunda. El pico es fuerte y su colorido y tamaño lo convierten en el principal atractivo de las aves que lo poseen.


El pájaro por excelencia con este formidable pico es el tucán, aunque también encontramos otros menos conocidos como el calao.



- Para extraer néctar:


Un pico fino y con diferentes curvaturas, es tal la especialización de estas aves que en muchos lugares cada pico ha evolucionado para servir única y exclusivamente a una especie de flores concreta, de las que extraen el néctar, un dulce combustible necesario para que funcione el rápido metabolismo de estos pájaros.


Los más conocidos son los colibríes, que además son famosos por la velocidad a la que mueven sus habilidosas alas (entre 20 y 50 veces por segundo), permitiendosle mantenerse cernidos inmóviles en el aire, facilitando su minuciosa tarea.



- Para pesca masiva:


Todo estaba ya inventado, y nosotros creyéndonos reyes de la pesca, las grandes redes utilizadas por los humanos en pesca artesanal no son más que adaptaciones de lo que ya hacían muchas aves antes, utilizando picos como este, con su mandíbula inferior flexible en forma de saco, con una membrana capaz de estirarse y servir para coger el mayor numero de peces en los grandes bancos en los que pesca.


Por supuesto el pelícano es el conocidísimo pájaro que posee este tan singular pico.



- Para pesca superficial:


Otro curioso exotismo, en este caso se trata de un pico largo, con la mandíbula inferior fina y sobresaliente con respecto a la superior, y no solo es más larga, si no sensible, pues su método de pesca es volar a ras del agua con la parte inferior ligeramente sumergida a la espera de toparse con un pez, y entonces sus grandes reflejos y su extrema sensibilidad le hacen cerrar el pico llevándose a su presa.


Con ese método de pesca su nombre no podía ser otro que rayador, también llamado pico tijera, una especie sudamericana muy curiosa.


La variabilidad es infinita, por lo que seguro conocéis algún ave que no os atreveríais a catalogar en ninguno de estos grupos, así que os invito a poner en los comentarios las especies que no estéis seguros de donde ubicarlas o las que pensáis que poseen un pico único y diferente a todos los demás. Y recordad, somos lo que comemos y como lo comemos, ¡no lo olvidéis!



domingo, 25 de octubre de 2020

Orgullo de anillador

Una de las labores que realizo, relacionadas con el fascinante mundo de las aves, es la de ser anillador especifico de Gaviotas de Audouin (Ichthyaetus audouinii), una especie increible que cada año pierde enteros poblacionales, y que ha encontrado en Melilla un pequeño reducto, medianamente estable, donde desde hace seis año prospera con algo más de éxito que el resto de sus colonias en el Mar de Alborán.

El pasado año 2019, como las últimas temporadas de cría, el Grupo Local de SEO/BirdLife y el Grupo de Anillamiento Rhodopechys, realizamos el anillamiento de pollos en la colonia, colocando una anilla metálica y otra de PVC de lectura a larga distancia. En la zona ZEC de Aguadú, un paraje natural costero de Melilla que se mantiene bastante inalterable por su aislamiento, teníamos observada un buen asentamiento de la especie con cerca de 100 nidos, pero nuestra sorpresa fue que tras una serie de acontecimientos, esta colonia de playa desapareció, y tras una dura búsqueda solo pudimos encontrar un pollo escondido entre unas rocas... Fue descorazonador, y la supervivencia de este ejemplar no estaba del todo clara, ya que aunque sus padres se siguieran haciendo cargo, no contaba con la protección que ofrece el gran número del grupo, que tras es fracaso abandono la zona. 

Pese al desaliento, nunca había anillado esta especie y me dispuse a confiar en el futuro de la cría, quizá lo más sensato hubiera sido darla por un ejemplar de difícil supervivencia y no haberla marcado, pero si había sido tan fuerte como para sobrevivir a la perdida de su colonia, merecía confiar en ella. Así fue como esa gaviota paso a ser BYV2, su anilla de lectura a distancia.


Yo, momentos después de anillar a BYV2 - © Diego Jerez Abad


Y así, de esa forma tan anómala y triste, fue como puse mi primera anilla a un pollo de Audouin, mientras sus padres graznaban sobre mi cabeza. El sentimiento era contradictorio, yo esperaba anillar una gran número de ejemplares y fue chocante ver como se fue al traste este núcleo, pero por otro lado ahí estaba, para darme un hilo de esperanza, este débil y solitario pollo, custodiado ferozmente por sus progenitores. 

He de decir que en una cornisa superior de los acantilados costeros de la zona, se encontraba un núcleo poblacional de la especie con más éxito, de entre 314/354 parejas, donde se pudieron anillar en días posteriores unos 40 pollos y otros tantos que no fueron marcados por encontrarse muy al borde del precipicio, y pensando en la seguridad de los animales y en posibles despeñamientos, preferimos no molestarles.

Pero mi mente seguía en aquel solitario pollo, entre rocas costeras y sin la protección que el grupo le brindaba era muy probable que fuera presa fácil para su principal depredadora en la ciudad, la Gaviota patiamarilla (Larus michahellis), extremadamente abundante en la zona y con una gran especialización en cazar ejemplares jóvenes de su prima menor. Con esa idea en la cabeza di por finalizada la labor anual de censo, control y anillamiento de la colonia de cría de Audouin, ahora a los pollos supervivientes les esperaba un viaje titánico a la costa atlántica africana, donde en Senegal o Gambia pasan sus 3 primeros años de vida antes de volver a criar al Mediterráneo. Con lo grande que es el mundo y su extensa migración, las esperanzas de volver a saber algo de BYV2 se desvanecían...

Un año más tarde, en junio de 2020, y con la anómala situación de la Pandemia de COVID-19 azotando nuestra normalidad, conseguimos los permisos necesarios para continuar con nuestra labor con la colonia, y extremando las medidas de seguridad pudimos llevar a cabo el censo y anillamiento. La población se mantuvo estable en Melilla, aunque con un ligero descenso en número, pero esta bajada fue mucho más acuciada en otras colonias como la de Ceuta, las islas Chafarinas o el islote de Alborán, donde la dependencia que la especie muestra de los descartes llevados a cabo por las flotas pesqueras artesanales la puso en una situación desventajosa por la inoperabilidad de los barcos faeneros a causa del confinamiento... Hubo altísimas mortandades y se vivieron situaciones preocupantes, auqnue las fluctuaciones poblacionales suelen ser normales, habrá que esperar al próximo año para ver cuan honda es la herida. Esta preocupación la recogí en este artículo publicado en la web de SEO/BirdLife.

Pasados los meses de verano, los ornitólogos locales siguen su labor incansable de observación para aportar datos relevantes sobre especies locales y migratorias, y fue entonces cuando uno de los más ilustres pajareros de Melilla, Diego Jerez Abad, hizo un sorprendente hallazgo... Cuando me mandó la foto no lo podía creer, había visto en su segundo año y con un aspecto más que saludable a BYV2, aquel pollo solitario cuyo negro futuro se aclaró gracias a sus ganas de vivir y al incansable trabajo de sus padres por mantenerlo seguro y a salvo. 


BYV2 en el Embalse de las Adelfas (Melilla) el 20/10/20 - © Diego Jerez Abad


Esto, además de la emoción que me embargó, es un hito histórico, pues rompe con la creencia de la "obligada estancia" juvenil de la especie en el lejano Atlántico de Senegambia, pues o no ha llegado a irse, o ha vuelto antes de tiempo. Puede que sea la excepción que confirma la regla, pero este único ejemplar de gaviota avala un estudio con geolocalizadores que se está proyectando para realizarlo en próximas anualidades con la especie, y que arrojará luz sobre si la migración juvenil de este fantástico animal es masiva o si por el contrario hay grupos de ejemplares que prefieren quedarse en nuestras aguas.

Sin duda las aves te tocan el alma por muchas razones, y sus devenires tienen mucho que ver con nuestro propio futuro, por lo que estudios como los realizados en anillamientos científicos o censos nos aportan más luz de la que creemos sobre como debemos afrontar las diferentes crisis (políticas, climáticas, sanitarias...) que estamos sufriendo y que nos quedan por venir.

Si quieres conocer algo más sobre esta especie, te dejo por aquí algunos artículos interesantes que puedes ver en este blog:

- Emplumado del mes: Gaviota de Audouin.

- Un curioso hallazgo allende los mares.

miércoles, 16 de septiembre de 2020

Migración de las aves

 Fenología y clima

 



 Algo de lo que cualquier persona es consciente es de que hay muchas situaciones que tienen su época del año concreta, y por eso hay mosquitos en verano, florecen los campos en primavera y muchos arboles pierden las hojas en invierno. Todos estos elementos marcaban las estaciones mucho antes de la creación del calendario y hoy en día siguen trayéndonos ese olor a cambio estacional.

Para las aves esto se magnifica, y nos recuerdan el verano con el sonido de las golondrinas. Hoy hablaremos sobre la migración de nuestros emplumados y pondremos en valor la capacidad para aves de pocos gramos de recorrer cantidades ingentes de kilómetros empujadas por su instinto migratorio.

 

¿Qué es la migración? Fenología.

Cuando hablamos de migración en aves nos referimos a los desplazamientos poblacionales de diferentes especies, que suelen coordinarse, respetan un ciclo estacional y siguen una ruta concreta y repetitiva. La finalidad de estas migraciones suele responder a cubrir las necesidades biológicas del animal, empezando por la disponibilidad de alimento así como encontrar climas más benévolos donde criar o pasar el invierno.

Y es que cuando hablamos de migraciones nos aparece la palabra fenología, que no es más que la ciencia que estudia la repercusión del clima y las estaciones en los diferentes movimientos realizados por los animales o que desencadenan situaciones naturales como el florecimiento de las plantas.

Entendido esto hay que aclarar la distinta fenología de los grupos de aves, pues no todas migran ni lo hacen de la misma manera. En primer lugar tenemos aves como el gorrión o el mirlo que son residentes sedentarios, no realizan migración y se establecen fielmente en un lugar. Por otro lado tenemos migradores de corta distancia, como por ejemplo especies que realizan desplazamientos de altura, bajando de las altas montañas hacia las costas en invierno para volver a las cumbres en verano. Y por último el grupo más llamativo, los migradores de larga distancia, especies que pueden recorrer miles de kilómetros para llegar a lugares que cumplan las características necesarias para llevar a cabo, por ejemplo, la cría.

Como curiosidad, el ave que tiene el récord mundial de migración a larga distancia es el Charrán ártico (Sterna paradisaea) que viaja desde el Ártico, donde se encuentra su área de reproducción en verano, hasta el Antártico para alimentarse en invierno. Esta distancia supone 80.000 km cada año, distancia que recorre sin detenerse.


Charrán ártico (Sterna paradisaea)


Tipos de migraciones de larga distancia.

Aunque hay especies peculiares con alguna variación, principalmente encontramos dos movimientos migratorios a lo largo del año. En primer lugar se produce un desplazamiento hacia las zonas de cría (primavera-verano), suele ser hacia el norte buscando huir de los calores sureños y aprovechar el incipiente florecimiento de vida de zonas más templadas. A este desplazamiento lo denominamos Migración prenupcial. Permanecerán en esos lugares hasta finales de verano o principios del otoño, que será cuando lleven a cabo la Migración postnupcial, por la que abandonan sus zonas de cría para volver al sur, a pasar los meses fríos en sus cuarteles de invierno, zonas con temperaturas más amables en esta época y que le siguen brindando disponibilidad de alimento, entre otras cosas.

Estos desplazamientos se repiten año tras año, aunque diferentes cambios, muchos de ellos ocasionados por el hombre, están haciendo variar ligeramente la migración e algunas especies. Para esto es importante que se haga ciencia ciudadana, y que todo aquel que quiera aportar luz al tema se informe del programa MIGRES de SEO /BirdLife, por el cual se aportan datos sobre especies, lugares y época, confeccionando así un mapa cada vez más actualizado sobre las migraciones actuales.

 

Paleártico occidental, ¿dónde se van de vacaciones nuestras aves?

Cuando hablamos de Paleártico occidental, nos referimos al ambiente que conforman Europa y el norte de África, y este es fluido, en cuanto a que gracias a las migraciones de las que estamos hablando no nos encontramos nichos herméticos de los que las aves no se mueven, si no movimientos a lo largo del mismo, por lo que las aves que vemos hoy serán diferentes a las que veremos dentro de seis meses.

En nuestra zona tenemos variabilidad en cuanto a lugares de cría y cuarteles de invernada, pudiendo estas localizaciones llegar más al sur o al norte dependiendo de la especie, pero si nos centramos en la Península Ibérica y nuestra ciudad, podemos hacernos un mapa mental más o menos correcto. Las especies que hemos tenido con nosotros criando a lo largo del verano, realizarán la migración postnupcial, esta les llevará al sur, de hecho gran cantidad de las especies son las llamadas trans-saharianas, es decir, sus cuarteles de invernada se encuentran más allá del Sáhara, en zonas como Gambia o Senegal o incluso al sur del continente africano, con un clima más que agradable para la estación fría.

Pero eso no quiere decir que durante el invierno nos quedemos huérfanos de pajarillos, pues las aves que por el contrario están criando en latitudes más septentrionales como países nórdicos o las islas británicas, realizarán su propia migración y muchas de ellas se dejaran convencer por nuestro clima para pasar el invierno en España y la costa norte de África. Empezaremos a escuchar el trompeteo de grullas sobrevolándonos o las lanzadas de alcatraces en el mar.

Todo esto hace que observar aves nunca sea una tarea tediosa, pues es un ambiente cambiante y nunca sabes cuando te va a sorprender un pajarillo llegado del recóndito norte o del abrasador desierto africano.


 

Melilla, autopista migratoria.

Nuestra ciudad tiene una posición privilegiada en cuanto a la migración de aves, si bien Ceuta es, junto al Campo de Gibraltar, el lugar de peregrinaje de todo friki de la migración pues por su cercanía entre continentes es la vía principal de paso de aves, sobre todo rapaces que aprovechan las corrientes térmicas del estrecho para planear cruzando las columnas de Hércules. Aún así Melilla también cumple con algunos requisitos para ser una autentica autopista  migratoria, y eso se entiende con el hándicap que supone el Mediterráneo, ya que cruzarlo es una odisea para aves como un mosquitero por debajo de los 10 gramos de peso. En esto juega a nuestro favor ese gran brazo de tierra con el que contamos, el Cabo Tres Forcas es una pista de despegue (hacia el norte) y de aterrizaje (para los que viene hacia el sur) estupenda, que llama la atención cual faro encendido a muchas especies de aves que se agolpan en nuestro territorio armándose de valor y reservas para dar el salto, o que llegan agotadas y deciden descansar en nuestra ciudad y su periferia.

Además contamos con la isla de Alborán, que da nombre a nuestro trozo de Mediterráneo, y que está a media distancia entre Almería y Melilla, haciendo las veces de área de descanso para las aves que deciden cruzar por aquí, permitiendo aumentar indudablemente el éxito de esta ruta.

Como veis es importante entender como funcionan las aves para comprender que lo que hacemos, bien o mal, no solo afecta a nuestro entorno más cercano, pues son las mismas aves que ahora crían en el norte del continente Europeo las que esperamos con ansia que nos visiten este invierno, por lo que nuestra fauna depende directamente también de como se cuide de ella en otros lugares. Demos ejemplo y convirtamos Melilla en una ciudad amable con el medio ambiente, pues sin duda nos beneficiará a todos.

 

 

Francisco J. Pérez Ruiz

Coordinador de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) en Melilla

 


Artículo publicado en el periódico local "El Faro de Melilla", el 16 de agosto de 2020, como parte de una colaboración bimensual.

 

viernes, 17 de julio de 2020

Jilgueros y silvestrismo

Con la llegada de las estaciones cálidas, comienza también la temporada de cría de la mayoría de nuestras especies de aves. Estas se ponen sus mejores galas para intentar impresionar al sexo opuesto, demostrar que son un buen partido y perpetuar la especie.
En esto una especie destaca, por la belleza de su plumaje y por su melodioso y elaborado canto, hablamos del Jilguero (Carduelis carduelis), también llamado colorín y siete colores.
Y es precisamente el hipnotismo que despiertan estos rasgos lo que lo pone en el punto de mira de silvestristas, que con artes tan antiguas como ilegales están acabando con la especie en libertad, para disfrutar de su llanto entre rejas como quien disfruta del mar oyendo una caracola…

Ser llamativo como síntoma de salud
Cuando nos adentramos en el mundo de las aves, nos damos cuenta que en la mayoría de las especies durante el periodo de cría los machos se vuelven llamativos en plumaje, con colores vivos, crestas animadas o ribetes pomposos, y que muchos además acompañan su atuendo con melodiosos cantos o arrullos. Esto no es casual, pues la competencia es numerosa, y se entra en el juego de la conquista, en el cual tienes que convencer a la hembra de que eres el ejemplar más apto para proporcionarle descendencia, y para ello te engalanas, demostrando salud, fortaleza y adultez, así como demuestras la potencia de tu canto, con baladas de amor que pretenden encandilarla.

En una situación natural equilibrada, los machos más llamativos se reproducirán, engendrando por consiguiente una nueva generación aún más colorida; pero en la realidad antrópica en la que vivimos, esos machos sobradamente preparados, con su tan valiosa carga genética son también anhelo de las personas, por lo que al sacarlos del equilibrado círculo natural conlleva un deterioro genético que está haciendo abundar enfermedades y males entre los ejemplares libres. Una vez más nuestra mano enturbia hasta el agua más clara.



¿Carduelis?
¡Con los taxónomos hemos topado!, frase muy utilizada entre ornitólogos y que hace referencia a los cambios que se van produciendo en la clasificación de las especies, y que se reflejan en sus nombres científicos en latín, a veces confusos e innecesarios, pero otras tan clarificadores con el caso del jilguero.

¿Por qué carduelis?, simplemente por la alimentación de este fringílido, que siente predilección por la flor de los cardos, de donde extrae cual cirujano las semillas ayudándose de su especializado pico.

Dentro del género carduelis, encontramos otras aves familiares como el Verderón (Carduelis chloris) o el Pardillo (Carduelis cannabina), que a su vez y junto a alguno más, son los conocidos como fringílidos, aves de fuerte pico y melodioso canto.

Silvestrismo y caza furtiva
No he podido evitar dar pinceladas de este párrafo en los anteriores, pero es que todas las características positivas que hacen del jilguero una especie única son también su perdición, y no es más que por la vanidad humana, por ese instinto primario de jugar a ser Dios y tener un pedazo desnaturalizado de vida silvestre en casa.


Os aseguro que no hay nada de amor hacia los animales en quien los quiere poseer alejándolos de la naturaleza y condenándolos a vivir en una jaula en la que van a pasar su vida entera dando saltos entre las dos perchas que le han puesto, pues quien disfruta de las aves las oye en libertad, no le hace falta sentir esa necesidad posesiva y competitiva de tener un pájaro que es tuyo, y que de su canto te apropies para vanagloriarte y suplir alguna carencia demostrándole a los demás “lo bien que canta tu colorín”, como si fuese por ti y no por la misma esencia del ave.

Una pena que el nombre de carduelis pierda todo sentido, porque ese ejemplar ya no saltará de cardo en cardo sacándole las semillas, ahora comerá mijo en rama, alpiste con vitaminas y agua de un bebedero de plástico. Vivirá en un garaje, o una cocina, puede que de vez en cuando se le saque a la ventana, y que nos enfademos si un cernícalo se lo come, como si no fuera nuestra culpa que este en una jaula sin poder escapar. Quizá se lo enseñemos a nuestros nietos, hijos, amigos, diciéndoles “mira que bonitos son los pájaros”, y dándoles el mensaje equivocado de que esa belleza debe estar enlatada, tras unos barrotes, que cuando los niños quieran oír las aves piensen que deben ir a tu casa, donde tienes las jaulas, en lugar de al campo.

¿Os imagináis no entender la playa si no la tienes para ti solo? Que la gente fuera a las costas con un cubo y se llevara parte de la arena y el agua para echarlas en su patio y decir que eso es la playa, que la mía es más bonita que la tuya, y que la natural es miseria que debe ser explotada por nosotros… Difícil imaginar tal bobada, pero si que vamos a secuestrar aves del lugar donde están, donde viven y donde podemos disfrutarlas, para llevárnoslas a casa, decir que son nuestras y que el mío canta mejor que el tuyo porque lo “soleo” mucho… Muy triste.

Y todo esto es tan desastroso que la justicia tuvo que actuar, Europa lleva años sancionando económicamente a España por no controlar la caza de fringílidos, y gracias a eso desde mayo de 2018 está totalmente prohibida esta práctica en nuestro país. Eso ha disminuido bastante la captura, pero sigue habiendo furtivos.



En Melilla es una práctica bastante arraigada, si bien estamos mejor que Marruecos, donde se caza con artes masivas como redes de niebla, o Argelia donde la especie ha desaparecido de sus zonas costeras. Aún así por desgracia es algo habitual ver furtivos en la periferia de la ciudad, en lugares concretos, y que se encuentran hoy bajo vigilancia. Por suerte el SEPRONA de la Guardia Civil, está bastante involucrado con el tema del silvestrismo, y ha denunciado ya a varios furtivos. Me alegra también saber que pese hay que hay un Reglamento de Aves de Melilla, este está algo obsoleto, por lo que los agentes denuncian directamente a la “Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad”, con multas que van desde los 6.000 €. en adelante.

Es una pena tener que multar para que la gente entienda el valor de nuestro patrimonio natural, y no baste con apelar al sentido común y el respeto por nuestro mundo silvestre, pero si esa es la solución, así deberá ser. Tened por seguro que desde SEO/BirdLife Melilla estamos haciendo todo lo posible por acabar con esta lacra de personas que nos roban algo que es de todos, para su disfrute propio.

sábado, 23 de mayo de 2020

Un secuestro de buena fe

Hoy encontré un pequeño mirlo en mi jardín, parece joven, con plumas pequeñas, despeluchado y aún no alza el vuelo, sin duda debe estar abandonado pues no para de chillar como si llamara a alguno de sus padres, no pude dejarlo ahí así que lo cogí y me lo llevé a casa para cuidar de él.

He visto a mucha gente en internet dando consejos sobre cómo rescatar a un pájaro, y aún recuerdo los relatos de mi abuelo sobre como cuidaba gorriones, así que le he preparado un platito de agua, un montoncito de alpiste y le he dado de comer mollita de pan mojada en leche. Además le he preparado una caja de zapatos donde puede descansar, sin duda eso lo ayudará a recuperar fuerzas. Pobre animalito tan solo…

Esta mañana ha amanecido con el plumaje sucio y descuidado, claramente debe estar enfermo. Me apena verlo de esa manera así que lo he soltado por casa para que estirara las plumas y a correteado como loco por el cuarto de baño. Se nota que este pequeñín quiere vivir.

Es el tercer día que pasa conmigo, y hoy me ha despertado muy temprano, chillando, con un piar melancólico, como si buscara algo o a alguien. Su plumaje no ha mejorado y apenas ha tocado el alpiste y el agua, así que le daré una buena ración de pan con leche, así se pondrá fuerte.

Hoy volví a sacarlo de su caja para que corriera y revoloteara, pero se ha quedado ahí, sentado en el suelo del pasillo, cabizbajo, sin moverse… Yo le azuzaba levemente sobre la cola esperando que reaccionara, pero fue en vano, me temo que sigue terriblemente enfermo. Me parte el alma verlo así.

Esta mañana algo raro pasó, no me despertaron sus gritos que, pese a ser tristes, cargaban mis ganas de cuidarlo, tampoco escuche su arañar constante en la cajita que tan cuidadosamente le preparé. Quizá esté agotado y no se ha despertado con el alba.

Por desgracia al abrir su caja encontré su cuerpecito… Parece ser que pese a todos mis esfuerzos no he conseguido salvar a este pobre pájaro de la terrible enfermedad que arrastraba. Estoy muy triste pero se que hice todo lo posible por que viviera…

Lo que más me sorprende es que durante todos estos días, dos mirlos adultos se pasaban mañana, tarde y noche corriendo y chillando por el patio, nunca los vi así de desesperados, y con extrañeza me pregunto… ¿Qué estarán buscando?





Estoy seguro de que mucha gente se habrá sentido identificada por este corto relato de mi autoría, pues refleja lo que muchas personas de buena fe hacen cuando ve un pájaro en el suelo, pensando que necesita nuestra ayuda y que es posible que esté solo y abandonado. Podemos verlo en miles de publicaciones en redes sociales, donde comparten el hallazgo de un “pobre huerfanito” que se disponen a “salvar”

Pero es muy importante que sepamos las diferentes etapas por las que pasa un ave, y una de ellas es la de volantón, periodo en el que abandonan el nido para explorar su entorno cuando todavía no vuelan o lo hacen torpemente, y siguen siendo dependientes de sus padres, que le permiten esta libertad controlada para que experimenten bajo su atenta mirada, y recibiendo de estos cebas constantes.

Aunque creamos que está abandonado, se ha perdido o ha caído del nido, no está más que en una etapa vital de su desarrollo, donde aprende sobre posibles fuentes de alimento, peligros y empieza a desentumecer sus alas para prepararlas para la maravilla que es el vuelo.

Mirlos, gorriones y otras aves comunes en nuestras ciudades, parques y jardines, necesitan de este momento crucial en su paso de jóvenes a adultos, pues a diferencia de otras aves que abandonan el nido directamente para volar y ser independientes, estos necesitan de esa “adolescencia” que muchas veces malinterpretamos.

Por eso, cuando veamos un pájaro que consideramos abandonado, herido o enfermo, siempre debemos contactar con expertos que sabrán discernir que le pasa. Debemos llamar a un Centro de Recuperación de Animales (CREA) o al SEPRONA de la Guardia Civil a través del 112 para que se hagan cargo del animal si fuera necesario.

miércoles, 8 de abril de 2020

Curioso hallazgo allende los mares.

Buenos y emplumados días de cuarentena, y para amenizarlos un poco voy a rescatar un artículo recopilatorio bastante curioso que escribí hace un tiempo y no llegué a publicar. Es bien sabido que una de las especies estandarte del territorio melillense, tanto por belleza como por importancia, es la Gaviota de Audouin (Ichthyaetus audouinii), y también es importante recalcar que hablamos de una especie claramente mediterránea con escasas poblaciones en zonas cercanas del Atlántico, donde suele pasar el invierno.

Área de distribución de la Gaviota de Audouin

Pese a todo esto, cada vez es más frecuente encontrarnos algún ejemplar viajero de la especie que decide hacer "las américas". Ya pasó el 10 de diciembre de 2016 en la isla de Trinidad, donde apareció un ejemplar joven de 1º invierno que pudo ser fotografiado por Nigel Anthony Lallsingh, y que es la primera cita de esta especie en territorio americano.

Pues el 22 de marzo del año 2018, apareció un nuevo ejemplar, esta vez adulto, en el nuevo continente; fue en Surinam donde los fotógrafos Bert Kasius, Gini y Sean Dilrosun pudieron fotografiarla, dejando testimonio del primer individuo de Audouin en el territorio continental americano.

¿Cómo pueden haber llegado hasta tan lejos?

La pregunta puede ser algo compleja de contestar si no se ha podido monitorear el viaje realizado por ambos ejemplares, pero la experiencia arroja algo de luz a la situación.

En ocasiones, aves migrantes de la costa atlántica africana se ven sorprendidos por tormentas y fenómenos atmosféricos que las obligan a desplazarse mar adentro, y facilita la llegada de estas a territorio americano por la "cercanía" de ambas costas.

Otra situación que se observa es el acompañamiento que ciertas aves marinas, entre ellas la Gaviota de Audouin, realizan a los barcos pesqueros, para aprovechar los descartes; y si se diese el caso de que uno de estos barcos viaje desde alguna zona de la costa atlántica o incluso el Mediterráneo donde reside dicha gaviota hacia el territorio sudamericano, cabe la posibilidad de que algún ejemplar siga la embarcación y termine "surcando el mar a otro país" como la mismísima madre de Marco en la conocida serie infantil.

Una última posibilidad es el acompañamiento de barcos pero, en este caso, no por comida, si no por aprovechar la estela aérea que estos forman al navegar, lo que posibilita el moverse largas distancias con un menor coste energético. A este  "atajo" utilizado por las aves se le llama facilitación, y es muy utilizado por aves marinas. El actual trasiego de buques de recreo o mercantes entre ambos continentes puede ser también una de las razones de estas lejanas observaciones, y para ilustrar la autopista que es el Atlántico, os dejo un mapa con las naves que se mueven en este momento por la zona. (Fuente: © www.vesselfinder.com/es)


Amarillo: Mercantes
Naranjas: Depositos
Verdes: Pasajeros
Rosas: Yates
Celestes: Pesqueros


En cualquier caso, es impresionante como una especie como esta, de porte no excesívamente grande y carente de fama como migrante de larga distancia, es capaz de volar tal cantidad de kilómetros y aparecer al otro lado del océano. A continuación plasmo fotografías de los hallazgos.

Isla de Trinidad (10/12/16)

Gaviota de Audouin (Ichthyaetus audouinii) 1º invierno - Trinidad (10/12/16) - © Nigel Anthony Lallsingh

Gaviota de Audouin (Ichthyaetus audouinii) 1º invierno - Trinidad (10/12/16) - © Nigel Anthony Lallsingh

Gaviota de Audouin (Ichthyaetus audouinii) 1º invierno - Trinidad (10/12/16) - © Nigel Anthony Lallsingh

Gaviota de Audouin (Ichthyaetus audouinii) 1º invierno - Trinidad (10/12/16) - © Nigel Anthony Lallsingh


Surinam (22/03/18)

Gaviota de Audouin (Ichthyaetus audouinii) Adulto - Surinam (22/03/18) - © Sean Dilrosun

Gaviota de Audouin (Ichthyaetus audouinii) Adulto - Surinam (22/03/18) - © Gini Dilrosun

Gaviota de Audouin (Ichthyaetus audouinii) Adulto - Surinam (22/03/18) - © Bert Kasius

Gaviota de Audouin (Ichthyaetus audouinii) Adulto - Surinam (22/03/18) - © Sean Dilrosun


Si te interesa saber más sobre esta fantástica especie, no dejes de visitar un post que edité exclusivamente sobre la Gaviota de Audouin (Ichthyaetus audouinii). Pulsa aquí

Si quieres saber sobre otros viajes de estas maravillosas aves, en este caso, anilladas y controladas desde Melilla. Pulsa aquí